José Joaquín Vera Espeche vestido de marinero militar. |
Y llegó lo que estábamos esperando: alguna fotito o documento que nos pruebe que José Vera ha sido también marinero militar.
ALVA me cuenta que esta fotografía fue tomada en oportunidad de su enrolamiento al servicio militar, nada menos que en la Armada Argentina. El servicio militar en esta fuerza -por aquéllos años- se realizaba por un período de 3 años, ¿qué les parece?
Cadete naval Raúl Daniel Vera Scarpati. |
Les confieso que no salgo del asombro, puesto que hasta hoy mismo nunca entendí ésa atracción inconsciente que sentía hacia los barcos de guerra, que supieron deslumbrarme. Lo atribuyo a los genes de José, de los que soy portador. ¿Será así?, estoy tentado a creerlo, ayúdenme ustedes a dilucidarlo.
Quizá ahora pueda justificar y entender porqué yo -desde muy joven- sentía una atracción irresistible e inexplicable hacia los barcos de guerra. Todos ustedes saben que en mi más profunda ingenuidad -hasta hoy- me alisté como alumno de la Escuela Naval Militar, para seguir la carrera de la oficialidad de la Armada Argentina. Sinceramente, en ésa oportunidad, la sentía como una verdadera vocación.
En efecto, estuve como alumno en esa prestigiosa escuela que fundó Domingo Faustino Sarmiento, dispuesto a graduarme de Guardiamarina, el rango menor de la oficialidad de la Armada Argentina. Pueden verme en la foto que les adjunto aquí como cadete de la Escuela Naval Militar Argentina.
Sin embargo, tormentosos vientos de popa me soplaban hacia otros destinos vocacionales a los que no pude capear. Esos vientos me llevaron a la ciudad de Córdoba donde me gradué de ingeniero.
Desafortunadamente, para mi humilde vocación de marino de guerra, al parecer había un fuego más ardiente en mis entrañas que me impulsaba a seguir la carrera de ingeniería, de la que ¡oh casualidad!, ¿también heredo de José?
Y a propósito, y volviendo sobre los dones de José Vera, "el abuelo" como lo llamaba mi Papi, se comentaba en el seno de la familia que quienes descendemos de él poseemos cierta destreza y habilidad excepcional para los trabajos manuales, incluyendo el dibujo y la pintura.
Y a las pruebas me remito, basta citar a Verónica Herrera una artísta en la construcción de imágenes religiosas para pesebres, a quien El Liberal (prestigioso matutino santiagueño) haya dedicado unas páginas en un suplemento social (más adelante presentaremos aquí).
Y en este sentido, conversando con ALVA pude saber que José también alcanzó a ser nada -menos que- carpintero ebanista aficionado. Pero en verdad ese rasgo todavía no lo tengo documentado. Tengo entendido que existen muebles construídos por él en la familia.
Es justamente el trabajo de investigación al que me abocaré desde ahora. De hecho en la propia familia y comenzando por mi padre, muchos de ellos se han destacado, primero como talentosos dibujantes y luego como carpinteros; y en general como grandes artesanos; pero siempre actuando dentro de sus esferas sociales privadas.
Puedo citar a los hermanos Blanca, René, Raúl, (y gran parte de sus hijos donde me incluyo) como extremadamente habilidosos en ciertos trabajos domésticos como esterillar sillas y sillones, fabricación de muebles con materiales no tradicionales, el uso del alambre negro dulce para reparaciones varias ("lo atamo con alambre lo atamo"); y una gran cantidad de recursos para transformar objetos inútiles en prácticas soluciones para la vida cotidiana.
Y una última cosilla que pude averiguar, es que el segundo nombre de José Vera es Joaquín. La razón de mantenerse este nombre en las sombras del desconocimiento, es que José realmente odiaba este nombre.
Así es que el nombre completo de mi abuelo paterno es:
José Joaquín Vera Espeche
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