viernes, 4 de marzo de 2011

Ataúdes especiales para muertos especiales

A medida que vaya recopilando información y pueda ir teniendo las entrevistas con mis informantes respecto de "la casona", podré ir completando el extenso informe que tengo en proceso.

Hoy y ahora quiero hablarles de un hecho harto frecuente en los primeros años del siglo XX. Situémonos inicialmente en el 1900, cuando todavía faltaban unos 48 años para que llegue el día de mi nacimiento. Tal vez sea por eso que tengo una morbosa curiosidad por saber más, más y más; sobre estos temas.
Las epidemias de enfermedades que se desataban en Europa (malaria, cólera, epilepsia...) por esos años, daba la posibilidad -muy frecuente- de sepultar vivas a muchas personas. Prueba de ello eran los arañazos que se encontraban en la parte interior de las tapas de los ataúdes, descubierta durante la ejecución de operaciones de traslados de restos.

Esto hizo meditar a los hombres de la época sobre alguna forma de que puedan volver a la vida o despertar a estas personas que sufrían del rigor mortis (científicamente llamada Catalepsia). Fueron muchos los inventos, que se han imaginado y puestos en práctica, para permitirles "resucitar" a los muertos enterrados vivos.

¿No habría sido más efectivo un teléfono,
antes que un timbre?
Una de estas personas, que quizá haya sufrido grandemente este problema fue Alfredo Gath, uno de los dos dueños (el inglés) de las grandes tiendas de Gath & Cháves. Él tenía sueños recurrentes y pesadillas sobre imágenes e iconos religiosos relacionados con la muerte. El poder económico -que alcanzó a tener- le permitió encargar la construcción de un ataúd personal que incluía un timbre (no precisamente para "llamar el vientre"); capaz de alertar al servicio de sepelio, para que pudieran sacar la tapa del féretro y volver al muerto a la vida.

Muchos fueron los inventos de ataúdes especiales que se crearon con esta intención en esa época, mostrando -una vez más- que el ingenio humano no tiene límites. A propósito, ¿no habría sido más eficiente instalar un teléfono, antes que un timbre? El teléfono ya se había inventado, en el siglo pasado.

Puedes seguir leyendo muchos más detalles en el artículo El 'pulsador de Gath', de nuestro blog documental. Nuestro interés avanzó tanto que, acompañado de una extrema ignorancia, casi llegó -en mí- a convertirse en una obsesión. Sin embargo, rápidamente los conocimientos científicos acudieron a estos ambientes, con la palabra autorizada de expertos forenses de nuestro medio. ¿Se habrían movilizado por nuestra publicación?... quizá.

Tales conocimientos -sin embargo- habrían llegado motivados por extraños acontecimientos relacionados con los ruidos y movimientos del ataúd de un joven recientemente fallecido.

Para presentar y aclarar este suceso se han dedicado nada menos que 2 páginas (las 14 y 15), de nuestro matutino El Liberal, fechado miércoles 2 de marzo de 2011, ¡ayer nomás!

En nuestro blog documental de Mi ascendencia hemos escrito la entrada "La verdad sobre los muertos vivos", cuya visibilidad está retardada para el sábado 5 de marzo de 2011. Su objetivo es crear una reseña y opinión sobre estas excelentes publicaciones, que fueron capaces de eliminar gran parte de mis incertidumbres.