|
Objetos personales que pertenecieron a José Vera |
Como un extraordinario giro del destino, luego de una accidentada búsqueda de nuestros ancestros de apellido Vera, que los sabemos originarios de la provincia de Catamarca en la Argentina, llegan por fin esperanzadoras noticias.
Y llegan en un lujoso "paquete con moñito", como de regalo: nada menos de la mano de un experto en genealogía, Jorge A. Vera Ortiz, Miembro de Número del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas; además de honorable pariente.
Todos ustedes saben que la fuentes principales de conocimientos sobre nuestra ascendencia las recibimos de dos mujeres apasionadas sobre el tema:
ALVA y
ARVS (acrónimos). Conforme ahondaba más y más sobre nuestros orígenes desde el apellido
Vera, quedaban muchas preguntas, dudas y también misterios en suspenso. Hoy percibiremos una luz que alumbrará ése camino de búsqueda.
Resultaba altamente significativo, respecto de mi abuelo
José Vera, que incluso su propia hija
ALVA (cronológicamente la última de la familia, aun hoy con vida)
no tenía respuestas a preguntas sobre la cabeza masculina de su propia familia paterna
Vera-Agüero:
- ¿Cómo era nuestro abuelo José Vera?
- ¿Dónde vivió su niñez y adolescencia?
- ¿Dónde conoció a María Baldomera?
- ¿Cuántos hijos fueron los de la familia Vera-Agüero, en total?
- ¿Es cierto que era marinero y cazador?
- ¿Es verdad que tocaba la guitarra y cantaba?
- ¿Dónde y cuándo murió?, ¿a qué edad? y ¿cuál fue la causa de su muerte?
- ¿Cuál era el parentesco de los Vera de Catamarca con los Vera de la Mesopotamia Argentina (provincias de Corrientes y Santa Fe) y...?
- Mi abuelo, ¿tenía otro nombre además de José? y ¿cuál era su segundo apellido?
- [Más...]
Todo queda explicado al saber que
ALVA (la última de los hermanos) era realmente de muy corta edad cuando su padre partió a la eternidad. Y esto es muy importante, a punto tal, que ella no figura en las fotografías de la familia, cual si fuese una olvidada hija.
A falta del cariño paterno ella fue la única -entre sus hermanos- que supo conservar cuidadosamente -con gran cariño- muchos de los efectos personales (ver foto) de su padre
José, quien desapareció cuando ella todavía era una niña muy jovencita, Y así, en cada año que pasaba, sus huellas y recuerdos se perdían más y más en un manto de oscuridad y misterio.