Preservar nuestra identidad


"Se debe contar el pecado, pero no el pecador", reza un refrán muy popular. Y surge la pregunta pertinente, ¿existe alguna persona que esté libre de pecado? Esta respuesta, ya la sabemos: ¡no! 

Inevitablemente vamos a otra pregunta: ¿a dónde nos puede llevar conocer "lo bueno, lo malo y lo feo" de cada uno de nosotros?

A ninguna parte, si es que puntualizamos con crueldad, desparpajo y morbosidad; solo lo peor de cada uno de nosotros. Es solo por eso que ni lo feo ni lo malo vamos a tener en cuenta en este sitio.
Por otra parte en nuestro sitio de Mi ascendencia  (http://miascen.com.ar), hablábamos de la intención de solo presentar anécdotas apologísticas sobre los integrantes de nuestra familia grande. Esta es la idea rectora que nos impulsa a escribir aquí con entusiasmo.

¿Existirá alguna familia, en el planeta tierra, cuyos integrantes solo hayan hecho el bien a través de solo cosas buenas? Tengan por seguro que tal familia solo existe en la imaginería pagano-religiosa de los seres humanos. No existe, pisando en la tierra, ninguna familia que sea absolutamente proba y santa.

La manzana del pecado de Adán.Tengamos en cuenta que la profesión de periodista tiene el deber de exponer la información sin importar la crueldad con que ella pueda aparecer a los ojos de los receptores. Existe un deber (una obligación) profesional de presentarla sin ocultar los hechos, aunque éstos fuesen muy crueles.

Quienes escribimos en este ambiente virtual de blog, no tendremos éste perfil de periodista, ya que solo nos une la intención de contar anécdotas apologística; es decir, destacando siempre el lado bueno y positivo de nuestro profuso anecdotario familiar.

Esto se comprende por el hecho de que lo único que nos impulsa es conocernos y saber que existimos, solo eso y nada más que eso. Luego, si de este conocimiento surge que podamos acercarnos e inteactuar con mas frecuencia, será un éxito para exponer, comentar y relatar orgullosamente.

Los componentes chismográficos que están presentes en todas las historias, estarán en nuestros ambientes deliberadamente eliminados. Queda entonces por definir un nuevo lema, donde quede asumido que no contaremos ni pecados, ni pecadores; en nuestro sitio.

Sí, estaremos dispuestos a:

"Contar las anécdotas y sus protagonistas con objetividad"

Nuestro objetivo apunta a conocernos más entre nosotros mismos y, como resultado de ello, a relacionarnos activa y positivamente en nuestras vidas. Pero antes, permitiendo el resguardo de nuestras identidades e individualidades, que deben ser protegidas a ultranza.

En nuestro sitio estamos expuestos a la consideración y crítica de personas totalmente extrañas a nuestras respectivas familias. La exposición pública puede -en algún momento- comprometer nuestra privacidad y seguridad. Es por eso que vengo aquí, en esta nota, a presentarles una propuesta que apunta a un transparente resguardo de nuestras identidades.

Hoy -como nunca antes- se nos presenta la perentoria necesidad de usar pseudónimos para identificarnos; esto es, un nombre de fantasía para cada uno de nosotros; quienes seremos capaces de reconocernos sin dudar, pero absolutamente ignotos para extraños que nos visiten y que -no obstante- puedan ver y conocer las historias de nuestros antepasados sin restricciones.

Recordemos que las historias de nuestros pueblos, como el de San Pedro de Choya, han afectado a muchísimas personas y familias, no solo a las nuestras. Esta es la razón por lo cual las historias -que contamos aquí- son comunes al de muchas otras familias con similares vivencias del pasado. Así es que tendremos muchos interesados en conocer sus anécdotas más íntimas, que podrán hacerse públicas siempre que tengamos una manera efectiva de preservar nuestras identidades.

Aparte que, desde un punto de vista estrictamente religioso, tendremos el cuidado de tratar todos los temas desde un enfoque ecuménico o universal, que se extiende a todo el orbe. No permitiremos discriminaciones de cualquier tipo y mucho menos religiosas. En nuestra Constitución Argentina, se toma muy en cuenta la liberttad de culto, que también la respetaremos a ultranza.

Bueno será también dejar en claro que para nosotros no existe la raza humana (como un hecho científico-biológico) sino solamente la especie humana. La raza humana no existe, solo existen los racistas y los conflictos raciales. Por lo tanto la discriminación racial no tendrá lugar en nuestros espacios web.

Hasta aquí he discurrido sobre las razones y justificaciones de las acciones que sobrevendrán en las próximas entradas. Ellas están orientadas a presentarles el sistema de identificadores (pseudónimos) que vamos a utilizar. De esta manera nos veremos más seguros a la hora de escribir comentarios o entradas en el blog.

Lo explicaré eventualmente y detalladamente mediante un mensaje en privado que les enviaré a cada uno de ustedes en breve. Recuerden que se trata de una propuesta y que si ustedes tienen alguna otra que presente mejores características o más beneficios, sin dudar la adoptaremos.

Mándenme sus sugerencias en privado, al email luarev@gmail.com, ¿si?