miércoles, 2 de junio de 2010

El duelo de las tarjetas postales

Por aquéllas épocas -primeros años del Siglo XX- los mensajes de amor amplios se acostumbraban a enviar escritos por correo postal tradicional, esto es, en cartas o epístolas. Pero una suerte de mensaje breve (los SMS de la época) se establecía a través de las tarjetas postales. Eran un modo de escribir rápido palabras de amor dirigidas a las dueñas de nuestro corazón. Era una manera inmediata de mantenerse en contacto con la persona a quien le prodigábamos nuestros afectos. Hoy -por supueto- usamos el teléfono celular.

Decíamos en el artículo anterior, que se había establecido una suerte de duelo amoroso entre Julio y José por María Baldomera. Lo cierto es que este duelo realmente existió, pero solo a partir de un nutrido intercambio de tarjetas postales que le llegaban a Baldomera, en cantidad.
Si bien, no tenemos una historia completa de los hechos -como le gustaría a un historiador o periodista que se precie-, disponemos de tres tarjetas de Julio y otras cuatro tarjetas de José. Serán más que suficientes para imaginar la verdadera magnitud de la pasión que inspiraba este amor. 

Si estás dispuesto a ver y emocionarte con estas tarjetas, continúa leyendo haciendo click en el siguiente vínculo.

En mis manos tengo siete tarjetas postales que me alcanzó ARVS. Recordemos que el poemario (libro de poemas escrito de puño y letra por su autor Julio), llegó a mí, gracias a la amabilidad de ALVA. Ellos me han solicitado, expresamente, permanecer en el anonimato.

Si alguien llegara a tentarse a creer que las tarjetas postales tradicionales han caÍdo en desuso, miren este artículo. Lo que si ocurrió es que hoy son usadas también las postales digitales.

Ahora vamos con la primera de Julio:





Vamos con la segunda de Julio:

"¡Yo te amo!, ¡sí! mi labio te lo dice
se estremece de éxtasis y llama
al alma en el silencio te bendice
y lágrimas de amor por ti derramo.
Jujuy, enero 1º de 1906
Julio C. Wiaggio"






Vamos con la tercera de Julio:

"Como no puede existir
la luz sin la blanca luna,
y el cisne sin la laguna,
no puedo sin ti vivir.
Jujuy, febrero 14 de 1906
J. C. Wiaggio"





Ahora vamos con la primera de José:

"Tu miras pasar y el amor
está en tu alma como está
el perfume en las flores.

José Vera  -  Febrero de 1906"





Seguimos con la segunda de José:

"Las flores son el símbolo de la her-
mosura y el amor
.
Enero de 1906  -  José Vera"






Vamos con la tercera de José:

"Jamás retoñarán las ramas entre las cuales
abrace las castas visiones de la felicidad.
Septiembre de 1906  -  José Vera
"





Vamos con la cuarta y última de José:

"La mujer que pienza y ciente, sabe honrar todas
las condiciones de la vida,
y más fiel y más dulce compa-
ñera del hombre
Junio 22 de 1907  -  José Vera"





Me ha "conmovido" la ortografía de José, pero era alguien que no daba rodeos, se iba directamente al grano, con su corazón en la mano. Y gracias a su empuje avasallente es que yo puedo honrarlo hoy desde aquí.

1 comentarios:

MIASCEN dijo...

Luego de meditar largamente sobre esta puja romántica, creo que José tenía muchas cosas por las que erigirse en ganador: su imponente aspecto varonil, su capacidad y jovialidad para gozar de las preferencias femeninas y su boonomía a toda prueba.
Sin embargo, conversando -a lo largo de mi vida- con quienes (esencialmente con mis tíos y tías) conocían de cerca a Baldomera, se deja entrever y adivinar un firme rechazo por las prácticas endágamicas que reinaban en la región y la época.
San Martía ya lo decía: "Serás lo que debas ser o no serás nada".

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